Revolución digital ¿libertad en la web?
El medio que desplazo a los demás medios tradicionales, es la nueva ola, es el nuevo componente comunicativo adicional para el ser humano, el Internet se convirtió en el canal por el cual todo el mundo que tenga acceso al puede publicar contenidos, investigar contenidos y en si tener una interacción más personalizada con la plataforma. Ese es uno de los principales elementos que caracterizan a la web y que al mismo tiempo pueden crean cierta controversia, pues hoy por hoy, la evolución digital ya a adaptado todo al Internet y de la misma manera todas las sociedades al menos el 70 % se ha adaptado a él, ya todos los niños y adolescentes generalmente manipulan de manera excelente las plataforma virtuales, los negocios se promocionan por este medio más que por otro y les sale a costos muy bajos o gratuitamente, es entonces como comienzan batallas por usar este medio como un manipulador, como un eje para mover masas, mentalidades y para sacar provecho de ello, por ende, los gobiernos, los políticos, las multinacionales, de una u otra manera han intentado tomar control de la web, manejarla a su conveniencia, limitando la libertad de expresión y controlando los contenidos para el beneficio individual. Así ha sucedido con algunos países, incluso la famosa Ley SOPA llego a asustar a muchos, pues se quieren controlar los contenidos, detener y limitar la libertad de expresión además de generar ganancias económicas, como por ejemplo como establecía la Ley SOPA, todo archivo descargado acarrea un costo y es vigilado totalmente la actividad virtual, así mismo está el ejemplo de Megaupload y aunque por ahora no ha estallado otra noticia, esos movimientos se siguen dando y siguen trabajando para lograr sus cometidos.
La red es gratuita, en cuanto a su libertad de expresión, pero acarrea ciertos gastos explícitos y otros implícitos, los primeros son la inversión de comprar un PC o equipo con conexión a Internet, el segundo se da dependiendo de la red a la cual conectarse, si es la que se paga mensual en el hogar o si es en un espacio público que ofrece línea WiFi gratuitamente. Sin embargo, hoy en día el Internet, ya paso de ser un plataforma solo para visualizar contenido, luego para publicar y expresar contenido y ahora para interactuar con el mismo contenido, es entonces cuando la red se convierte en negocio, la publicidad se adueña de todo espacio visible, las ofertas, concursos y todo lo que se pueda vender, en la web, estamos registrados, todos somos una base de datos con gustos, tendencias y preferencias y demás, que es una información personal tan importante, que las empresas trabajan con base a esa información, toman lo que le gusta al usuario e inmediatamente, envían links, banners, ofertas sobre esos productos y servicios que le gustan al consumidor y es así como las empresas venden si ni si quiera uno dar cuenta de ello, ese es el precio que pagamos, por lo gratuito.
Revolución digital: El precio de lo gratuito
La red es gratuita, en cuanto a su libertad de expresión, pero acarrea ciertos gastos explícitos y otros implícitos, los primeros son la inversión de comprar un PC o equipo con conexión a Internet, el segundo se da dependiendo de la red a la cual conectarse, si es la que se paga mensual en el hogar o si es en un espacio público que ofrece línea WiFi gratuitamente. Sin embargo, hoy en día el Internet, ya paso de ser un plataforma solo para visualizar contenido, luego para publicar y expresar contenido y ahora para interactuar con el mismo contenido, es entonces cuando la red se convierte en negocio, la publicidad se adueña de todo espacio visible, las ofertas, concursos y todo lo que se pueda vender, en la web, estamos registrados, todos somos una base de datos con gustos, tendencias y preferencias y demás, que es una información personal tan importante, que las empresas trabajan con base a esa información, toman lo que le gusta al usuario e inmediatamente, envían links, banners, ofertas sobre esos productos y servicios que le gustan al consumidor y es así como las empresas venden si ni si quiera uno dar cuenta de ello, ese es el precio que pagamos, por lo gratuito.
